UN ANGEL DEL BOXEO URUGUAYO

Aquellos muchachos que una vez soñaron, con un cinturón de campeón mundial y llenaron una valija con algunas indumentarias pero desbordada de esperanzas, se subieron a un avión con rumbo a Europa, para comenzar el camino de la mano de algún generoso empresario, no demoraron en aprender lo esquivo que era la fortuna... José Baquero, Eduardo "Lalo" Batista, Miguel "Flash" Piriz, Alfredo Evangelista, Hugo Carrizo, Julio Rocha Antonio villasante, Amaro Millar y tantos otros buenos exponentes de nuestro boxeo uruguayo. 

Hoy la historia es otra. Gracias a un compatriota Sampson Lewkowicz, un visionario que un día decidió poner rumbo hacia el norte, comenzó el difícil emprendimiento de promover boxeadores en la meca del pugilismo y vaya que manejó varias figuras de relieve mundial, allanádoles el camino hacia el codiciado fajín. Amilcar Vidal es un jóven púgil profesional que comenzó su carrera en 2018, humilde, trabajador (sabe que el gimnasio es el laboratorio donde se pule el diamante), lo más importante; posee conducta y quiere seguir aprendiendo. El camino recién comienza y cada combate es una perla en el collar que conduce al broche de oro final. Hay todavía un trecho que recorrer pero lo esencial es que está dispuesto y existe la total confianza que lo logrará.

 

 

"Después de escalar una montaña muy alta, descubrimos que hay muchas otras montañas por escalar".  (Nelson Mandela)